La película cuenta la historia de Oskar Schindler (Zwittau, Moravia, 1908, Hildesheim, Alemania, 1974), un empresario
alemán cercano al régimen nazi, que salva de una muerte segura a sus
trabajadores judíos. Pero no por cuestiones humanitarias, por lo menos al
principio, sino porque era mano de obra barata. Elaboró una lista para que no
fueran a los campos de concentración sino a su fábrica de Büunnlitz desde el
gueto de Cracovia aunque por un error el tren en el que viajaban las mujeres
fue enviados a Auschwitz hasta que consiguió sacarlos pasados unos meses. La
pretensión de la obra de Spielberg (Ohio, Estados Unidos, 1946) es que no se olvidara la masacre humanitaria
en la que murieron entre 11 y 12 millones de personas donde más de la mitad
eran judíos, aunque también se encontraban polacos y alemanes no judíos,
homosexuales, gitanos, prisioneros de guerra soviéticos, eslavos...
Pero nuestra memoria es tan débil que, a la vez que se
estrenaba “La Lista de Schindler”, en los Balcanes se estaba desarrollando otra
masacre humanitaria en donde murieron 250.000 personas y 1,8 millones de
refugiados para una población de 4,5 millones de habitantes (solo en Bosnia,
hubo varias guerras durante 10 años) y por la que se están juzgando por
crímenes contra la humanidad a los dirigentes Radovan Karadzic (Petnjica,
Yugoslavia, 1945) o Slobodan Milosevic (Pozarevac, Serbia, 1941, La Haya,
Países Bajos, 2006). O durante los años de la Unión Soviética (el Muro de
Berlín cayó en el año 1989) se masacró más de
40 millones de personas, sobre todo en la etapa de Stalin (Gori, Rusia,
1878, Moscú, Unión Soviética, 1953). Y no olvidemos las guerras africanas donde
el respeto a la dignidad humana no se conoce. Recordar la guerra de Ruanda,
también en 1994, entre los hutus y tutsis donde se mataron a 800.000 tutsis, el
75% de la población.
Aunque no nos tenemos que ir tan lejos. ¿Sabías que en
España mueren 100 niños y niñas al día antes de nacer víctimas del aborto? El
aborto no discrimina por razón del sexo. Solamente durante el año 2011 (últimas
cifras oficiales) murieron 118.359; 1.401.782 desde el año 1995 hasta el año
2011. Y eso es solamente en España. Y la sociedad cierra los ojos. Solamente
hay unos pocos Centros de Acogidas a Madres frente a los 172 centros
autorizados a practicar abortos. ¿Qué salida les estamos dando a esas mujeres?
¿Nos preocupamos por cuál es su situación después de haber pasado por ese
drama?.
Todos los genocidios nos deben de preocupar y debemos
contribuir para que no se olviden y para que no se repitan. Pero los que
suceden en la puerta de al lado de nuestras casas, también.
2 comentarios:
Como dices en la publicación........ ¿Ya 20 años?
Yo también tengo el recuerdo de la niña del abrigo. Muy acertado todo el texto, debe hacernos consientes de que no debemos mirar a otro lado, cuando nos pasan las cosas a escasos metros de nosotros.
...que 20 años no son nada... dice la canción...
El hombre es un lobo para el hombre, el mayor depredador de la Tierra... lo estamos comprobando en interminables genocidios... en el genocidio financiero actual... en las vidas segadas de los no nacidos... la civilización está en una infancia aún muy inmadura, incapaz de comprender, como mucho capaz de intuir... despertando lentamente a la realidad de la razón y de la compasión... despojándose todavía de miedos, inseguridades, mitos e ideas mágicas... algunos aún están en estado salvaje, moralmente primigenios, en una incultura ética y empática enferma... aún queda mucho trabajo por delante para los Schindler del s.XXI...
Publicar un comentario